6.- Esquemas

Hay una calle por ahi , un boulevard, que tiene una vereda ancha que la divide en dos. Me gusta caminar por ahi, porque me lleva a muchos lugares, y porque pareciera que vas por un tunel de paloborrachos, un tunel al reves del que se sale capaz solamente por arriba, un tunel sin techo, abierto. Cerras los ojos y pareciera que es un hachazo del cielo hundido en las carnes de la ciudad y los edificios.

Tiene una vereda central y por ahi es que camino. De dia es un paraiso chiquito, limitado y modesto, de noche es una jaula cerrada hacia afuera por guardas y cerrojos de luces. A veces me parece que yo solamente tengo las llaves. Creo que las sombras de las ramas por la noche, tendidas sobre el asfalto, son las venas y tendones de la calle, y que cuando es verano la nutren y emborrachan con su sangre oscura de vino tinto y de fernet.

A veces me pongo a mirar cómo se mezclan las losetas azules y blancas que la alfombran, como para hacer tiempo y para quitar peso a los pasos que hay que hacer, y pienso en lo lejos que queda todo, en alguna cosa mas, y en mi mismo. Salto unas, piso otras, no piso ninguna, vuelo. Entro en una regularidad en el diseño y me acobijo ahi. Tiento el mirar para otro lado, a ver si me pierdo; los autos, los perros peludos y risueños. Siempre vuelvo.

Si te pones a pensar lo facil que es seguir las losetas, caer en sus leyes, todo tiene otro sentido. Cuando tu paso corresponde a una loseta intermedia, exactamente, cuando el no pisar las rayas es mas facil que pisarlas, y parece que estas hecho para corresponder exactamente a la altura de las puertas y tus codos caen siempre sobre el borde de las ventanas donde miras a otros tantos, diferentes a vos, a los cuales las cosas los contienen tanto como a vos, te pones a pensar si sera el hombre la medida de todas las cosas o si sera al reves; si al final de cuenta no es que corresponde una loseta a un paso mio, sino que mis pasos corresponden a estas losetas, o a otras losetas de otros lugares y destinos que no conozco e ignoro en absoluto, donde mis pasos tienen sentido, y con ellos, yo mismo