5.- Estoy elaborando una soledad...
Estoy elaborando una soledad grande y sola, una soledad bella, hasta donde se pueda.
A veces me pongo a pensar en la soledad, porque a veces no duele tanto, y me divierto jugueteando con ella, como si tal cosa. Me gusta sentarme solo con mi soledad a charlar de mi, cuando me trata asi, y despues de un rato nos echamos para atras sobre el suelo, y pensamos un largo rato sin hablarnos.
Camino mirandome los pasos que andan solos, con los cordones desatados; cuando puedo alzo los ojos a las copas de los edificios, y los veo a ellos mirar el cielo que es como una naranja-celeste partida a la mitad, si te fijas bien. Y creo que el cielo tambien mira para arriba, aunque ni se a quien mirara.
Si sigo con la vista el zig zag seco con el que sellan las hormigas un pedazo de pasto, me parece verlas como caracteres negros escribiendo algun tipo de poesia sinuosa perdida en un arbol, que se entiende, aunque yo no pueda entenderlo...
Porque todo esto es asi.
A veces te saco de adentro, y me cubro con un cascaron de soledad. Tambien saco a todos los demas y barro, y me siento un poco mas alguien, porque en un cascaron negro uno no hace mas que hacerse uno; no dos, ni tres, ni los millones de tipos siguiendo la corriente de las veredas.
No me doles cuando estas afuera, porque solamente afuera puedo quererte, y escribirte conmigo mismo, todo contorneado y definido, una poesia sinuosa que aun yo no entiendo.
El poema ilimitado no es un poema; necesito mis limites para escribirme. Un barco ilimitado sobre el mar no es mas que un mar sobre el mar, mas o menos como yo soy sobre todos, por lo que se.
Te saco de adentro porque quiero verte y charlar con vos; perdoname si te meti para adentro para llenar los abismos que me dejo por no saber donde empiezo y donde termino, pero no lo hago solo con vos. Perdoname si te necesite y perdoname. Te dejo sola, dejame solo: a ver si nos hacemos un cascaron de soledad, cerrando y encerrando las ausencias
A veces me pongo a pensar en la soledad, porque a veces no duele tanto, y me divierto jugueteando con ella, como si tal cosa. Me gusta sentarme solo con mi soledad a charlar de mi, cuando me trata asi, y despues de un rato nos echamos para atras sobre el suelo, y pensamos un largo rato sin hablarnos.
Camino mirandome los pasos que andan solos, con los cordones desatados; cuando puedo alzo los ojos a las copas de los edificios, y los veo a ellos mirar el cielo que es como una naranja-celeste partida a la mitad, si te fijas bien. Y creo que el cielo tambien mira para arriba, aunque ni se a quien mirara.
Si sigo con la vista el zig zag seco con el que sellan las hormigas un pedazo de pasto, me parece verlas como caracteres negros escribiendo algun tipo de poesia sinuosa perdida en un arbol, que se entiende, aunque yo no pueda entenderlo...
Porque todo esto es asi.
A veces te saco de adentro, y me cubro con un cascaron de soledad. Tambien saco a todos los demas y barro, y me siento un poco mas alguien, porque en un cascaron negro uno no hace mas que hacerse uno; no dos, ni tres, ni los millones de tipos siguiendo la corriente de las veredas.
No me doles cuando estas afuera, porque solamente afuera puedo quererte, y escribirte conmigo mismo, todo contorneado y definido, una poesia sinuosa que aun yo no entiendo.
El poema ilimitado no es un poema; necesito mis limites para escribirme. Un barco ilimitado sobre el mar no es mas que un mar sobre el mar, mas o menos como yo soy sobre todos, por lo que se.
Te saco de adentro porque quiero verte y charlar con vos; perdoname si te meti para adentro para llenar los abismos que me dejo por no saber donde empiezo y donde termino, pero no lo hago solo con vos. Perdoname si te necesite y perdoname. Te dejo sola, dejame solo: a ver si nos hacemos un cascaron de soledad, cerrando y encerrando las ausencias