Diario intimo de un chico salame

este sin sentido blog es para mi vida un espejo, el espejo que se dobla por una "ella" que va sin saberse mi sueño, y se que este blog es una cursileria de las peores, de esas que se toman para las jodas de amigas y chicas feas, para novios inseguros y para quien no tiene nada mas que nada. Yo, en definitiva lo escribo para ella, y para mi, y para el alma caritativa que me rompa como cristal y me haga ver que asi no puedo ser =P

Nombre: Juan Pablo Alvarez
Ubicación: Córdoba, Córdoba, Argentina

viernes, octubre 28, 2005

Demasiado sueño

Tengo sueño, duermo y duermo y de dia tengo sueño. De noche, mientras duermo, el sueño que tengo me despierta para que vuelva a dormir.
Cuando voy en el colectivo, despues de dormir hasta recien nomas, mis ojos se caen del sueño (tengo dos novelas francesas en los parpados que no me dejan mantenerlos abiertos), y cuando voy a dormirme veo que no puedo hacerlo, que el sueño del sueño (este mundo real y fantasmagorico) me hace dormir en el sueño de la vigilia...
Suelo subir las terrosas montañitas de la ciudad universitaria con los musculos cansados de acarrear carretillas de sueños arenosos; mis musculos se cruzan de brazos, mi cabeza tira la toalla, y mi animo se hecha a tomar sol, en calzoncillos, tomando mates.
Yo quiero pensar que en mis sueños estoy feliz y atletico, saltando tapiecitas hechas de nubes y almohadas, pero se que en mis sueños tambien me echo "acansadumbrado", leyendo las necrologicas viejas de un diario amarillento, con los dedos de la pata desnudos, rasgando una guitarra que no es, tomando de una pava, sin levantarme, un poco de agua fresca, para no secarme...
Ni qué decir tengo de la facu: me quedo con los ojos engañosamente abiertos, mirando a la profesora, hasta que se oscurese su forma sobre el borde del pizarron, hasta que me parece un garabato tirado al azar al margen de un cuaderno, un muñequito triste y aburrido que se mueve con el viento (¿para que?).
En algun momento creo que me dividi en dos personas cansadas que viven en este sucio y chiquito cuartito que es mi cuerpo. Ya la voluntad que tenia era poca para uno solo ¿como sera para dos? Los dos tipos sueñan y viven en horarios diferentes: llegan de trabajar, se juntan con amigos, comen y duermen en horarios diferentes...Se entiende, es solo una metafora, siempre soy yo solo, pero la sensacion es esa: vivir por dos.
Y en este sueño que tiene rostro de alguien a quien se le hincho la cara de tanto dormir, y va asi como "aboludonado", como boxeador medio knock out, y tres cuarto chupado, me atraviesa la vida de punta a punta. Porque de noche el sueño sueña posibles cosas imposibles con vos y de dia sueña imposibles las cosas que son. Y apoyado sobre toda mi mano, mi mejilla pesada, veo rondar una mosca zumbando en la clase, pasando el tiempo, soñando fantasias que abombadas con el tufo de la clase, cuando despierto me resigno a olvidar. Solamente, a veces, cuando estoy con vos, estoy despierto, y es cuando menos sueño con vos, y estas mas lejana, bajo kilometros y kilometros de tus propios sueños y cansacios .

domingo, octubre 23, 2005

"Susurros" (o el enamoramiento)

Abro los ojos. Despertó.
- Una ansiedad de segundos que se niegan a morir. Una musica escondida en el murmullo del motor. Una encriptada poesia de sentidos ocultos, de armonias que se sienten y no se entienden. Algo en las fugaces figuras que vez golpean a las puertas de tu conciencia queriendote decirte algo.
Me sente y dormi, y a la mitad del camino abri los ojos, en medio de este feliz y tibio dolor, de esta espera balbuceante, de este "no se que" mezcla de angustia, de gloria y sueños inentendibles. Dentro del colectivo montruos de tres cabezas, monstruos de tres gargantas, monstruos de tres tetas; el mismo zumbido de abejas de cristal , de moscardones de acero, y el motor, una luz imperfecta. Y yo.
- Nada es lo mismo; aunque las mismas piezas se encuentren el tablero ya no jugamos al ajedrez, sino a una descabellada carrera de caballos.
Afuera un monótono sucederse de los momentos y las cosas, que de pronto se vuelven sugerentes... (- sentis un aleteo susurrandote en la cabeza, una voz latiendo, agitandose sobre los objetos, posandose sobre una fachada malherida sobre viejos edificios derruidos, llenando de luz las oscuras nervaduras y esquinas de las formas de los arboles, volando leve entre las las huellas negras de los hombres y mujeres en el asfalto, que a estas alturas de la noche vuelven del trabajo bajo el electrico calor de la luz nocturna)... El colectivo dobló prepotente y la inercia ansiosa por llegar a todos nos llevos colgando, haciendonos tender hacia los bordes del colectivo. Que puteadas de aca, que puteadas de alla; que "¡qué barbaridad!" decian las viejas trifauses, que "¡qué desubicado!" las putas de tres tetas, que "¡qué ignorante!" decian los pedantes cancerberos de tres cabezas. Y yo, colgado de la inercia, sin decir nada.
Afuera el susurro, ese verso que volaba se seguia posando en las volatiles luces de los semáforos y en casi cualquier cosa, diciendo ora una cosa, ora otra. Y yo no diciendo nada (- aquel verso susurrando con dulce voz a tus oidos luminoso silencio). Se pinta en negro sobre negro y en blanco sobre blanco en la policia y no se ve, y no huele (...- y se escribe en el reflejo de la luna sobre el rio como una poesia sin palabras ni un nombre...) mientras el colectivo en su andar cruza el puente.

-Te acordaste de ella, no quieras negarlo

Tengo miedo. En la larga subida luego de cruzar el puente, en la entrada al barrio donde vota Dios, suben al colectivo cuatro monstruos legendarios. Y a todos les mire el culo, intentando encontrar el susurro, donde este se me prometio siempre. Y lo encontre sugerido en todo esto, y en esta humedad que mata, y en este calor doloroso...
- Y volaste de la ventana del colectivo sin salir de el. Y quisiste todo. Comenzaste a recordar. Te equivocaste. Miraste a los ojos para encontrarla y con ella su sentido, y saber como se nombraba, y como se escribia su poema, como rimaba sus versos. Recordabas... Te hiciste erudito, alquimista, quimico y filosofo divulgador de sus misterios. Recordaste... Dejaste de creer en "ella". Volaste mas, volaste. ..Y esa nada que es nadie, que te llena y no esta dentro tuyo, y que te asfixia, ataca, interpela, pregunta y envuelve sin estar fuera de vos, se te escapor de entre los dedos cuando intentaste tomarla (miles de veces) y dejarte tomar; ese susurro, ese poema te fue incomprensible y te diste a negarlo y a romper la catedral, los capuchinos, el parque sarmiento, y a fatigar las calles, las avenidas, los bailes de cordoba, la pasarela. Te llenaste de todo el alcohol que podias tomar y vomitaste toda la nada que podias no comer. Y terminaste borracho en una canaleta y te llevaron al colectivo, volando, claro que nunca supiste como...Solo te queda la confucion entre "ella" (en todas sus formas y espejismos) y el susurro.
No se bien por que estoy en un estado en el que bastante ignoro, solo veo, aprendo, pero siempre esperando (aunque ignoras que...).-Ahora afuera todo te observa tranquilo, sorprendido y melancolico.
- Estas confuso; vos, ese hombre sentado contra el vidrio, estas feliz y confuso. La gente se va bajando de colectivo. Te persignas ante la virgen. Hoy vas a llegar a tu casa quizas a las once de la noche, para sentarte en la computadora, comer algo, leer algo y luego dormir. Antes de subir algo hizo que el susurro (el cascabel) se echara a andar; entendiste algo, viste algo, algo te sorprendio. Miras el boleto del colectivo "red bus -fecha XX/XX- Hora 22:31". Pensas de nuevo.
- No entendiste el sentido del susurro (o poema) su funcionamiento, ni sus motivos, ni la razon por la que a veces te persigue, pero reconociste una voz, y una pluma que lo escribe. Jamas te lo hubieras esperado, no ahora, no de ella, V.

viernes, octubre 21, 2005

Ficcion

...Y me veo en una blanquisima habitacion, un altisimo bazar lleno de jarrones costosos. Un duende maldito puso los jarrones en equilibrio inestable, sobre el filo de los estantes. Sentado en el piso sufro la pena de sentirme derrotado, porque se que de un momento a otro todos los jarrones se van a ir tirando en clavado desde su forzoso trampolin. Ya antes yo me tapo los oidos: no quiero oir y cierro los ojos.
En este esperar lo peor no me doy cuenta de que puedo salvar a alguno de los jarrones, aunque no sea este uno de los que mas quiero (por ser el "mio", el que mas deseo, demasiado grande o demasiado pesado para pararlo, viendolo desde aca , de donde lo veo), o salvar varios, varios importantes tambien, para empezar con ellos una pequeña coleccion.
No. Seguramente, doblado hacia mi pecho como protegiendo la llama de un encendedor en una noche de viento, me cantare una cancion infantil con la voz completamente desplegada hacia adentro, para no oir el romperse la porcelana sobre el suelo, para tapar con gritos el dolor de de los tajos que me propinaron sus fragmentos en todo el espesor de mi piel. Y la cancion seguira sonando temerosa, cuando todo haya pasado, sobre un charco de sangre, naciendo dulce y debil desde mi garganta dudosa, que no sabe todavia que ya todo acabo...


...Y ya se que no sos un jarron, que se que, como los otros jarrones, sos quizas palangana. "No me va la imagen del nenito golpeado por la bruja de su mama". El cielo suele caer en lluvia de martillos...

... Ya se;
dejame creermelo, dejame creer en esto. Dejame creer que podria atajar los caprichos del duende con solo quererlo. Dejame creer que el que me muele es el. O al menos dejame pensar que puedo esperar, estando de pie, que muchos jarrones se rompan y que el tuyo resista, como botella de plastico, o dejame verme a mi en una batalla innecesaria por salvarte, mientras te rompes en mil pedazos, ante mis ojos, dejandome ciego...Como en un cuento

jueves, octubre 20, 2005

El Humo

Ultimamente no recuerdo nada. La ultima vez que recorde algo fue cuando me percate de que todo se iba perdiendo.
Y casi solo veo las cosas como si ya hubieran pasado, como si obviaran hacerse archivos, se acumularan en un enorme basurero y se aprestaran para la quema.
Soy un ser ideal. No, miento, soy una idea. Yo ya estuve en este lugar y me senti perdido. Yo ya tropece con estas cosas y saque conclusiones, me quede un rato en el piso, reflexivo, y me dije "esto ya no lo repito". Pero es que se me hace tan dificil recordar ahora todo eso, que el mismo "eso" la misma "cosa" se me hacen ideas confusas en si mismas, como si intentara comprender tu boca cerrada valiendome de la idea de "silencio", si quisiera entender la llama que veo retorcerse temblorosa sobre tu andar y en tus palabras, recurriendo a la esencia del "amor".
Cuando camino ahora desde su cima los senderos secos de la facu, con todos los fuegos entrandome del viento en la nariz, como un gran sacacorcho de acero vaciandome los sesos, aun los dolores que me queman y los brillantes techos de las casitas que veo, se me hacen ideas. Nado en un mundo de ideas: las monedas que me guardo en el pantalon, en mis bolsillos avaros, son una idea de las grandes guerras a caballo, del primer hombre persiguiendo los rayos para robarles fuego, de los muertos en cacerias y de los esclavos de antaño, y de sus sufrimientos; los techos de de zinc no estan alla, se me hacen en mi cabeza espejismos de mi intelecto sediento; las miradas son las ideas de romances y antiguas poesias y me arden; el cielo, donde habita zeus y un millon de satelites...
Hace ya mucho deje de recordar: perdi el motivo que ata las ideas en mi cabeza a las cosas. Ya no recuerdo nada: ni por que vivo, ni por que sueño, ni por que dos monedas compran cuatro caramelos. Antes yo lo sabia; hoy no recuerdo nada. Una palabra rompe vidas; dos palabras hacen mañanas, y que yo tenga que estudiar.
Es una falta de recuerdo que la herede de mis viejos, y ellos de los suyos. A veces le pregunto a los ojos de mi perro lo que no puedo entender yo. Yo se que el entiende, lo se cuando me mira con mirada piadosa, cuando me saluda sin temores, cuando sale a la calle y entiende de jeraquias que yo no, cuando elije una perra, cuando come lo que se cayo de la mesa.
Tengo una cortina pegajosa de grasa y tiempos, de inmotivaciones y de siglos refritos, toda acordonada de las nubes que me tapan toda realidad y me quitan la vista de los motivos. Es una cortina del material de esas trampas que se les ponen a las moscas, llenas de pegamento, y te juro que me asfixia...
Dicen que en el centro de una pelota de baseball hay un corcho, o algo asi. A eso me refiero: estoy tan lejos del centro, tan descentrado, que necesito superar doscientas vueltas de nada atada para agarrar un corcho.
Y vos... espero que lo entiendas: soy una idea yo tambien. He lijado tantas maderas en mi que soy aserrin. A lo mejor algun pegamento me recomponga y me recupere algun recuerdo porque, lo juro: ya no se nada. Y ese dia, a lo mejor, ya entienda las cosas, el por que son asi. A lo mejor ese dia sea un dia despues de la nada, cuando todo caiga, y entonces pueda entender que es la musica despues de la musica, donde esta la razon del trabajo y los dias, y quizas pueda recuperar el maiz despues del pochoclo y las hamburguesas plantadas en el campo engendren sus terneros y a sus madres voluptuosas, como una gloriosa semilla animal. Y Quien te dice si despues de eso los tiempos no se me den vuelta en mi tambien y corran para arriba, y deje de volar entre fantasmas, me crezcan de nuevo pies y manos, como debe ser

domingo, octubre 16, 2005

Un sueño en la plaza

Hace unos dias, sentado en la plaza de la intendencia, revolviendo en mis adentros no se que chapita ruidosa de melancolia o recuerdos, mori.
No estaba sentado, estaba parado sobre una piedra, o mejor, en la estatuarenegrida que celebra a varias especies de soldados fracasados a su manera. Yo estaba agarrado del mastil de su bandera, en actitud de lucha...No, si, de lucha...y de melancolia. Y mientras leia, con la otra mano tomaba mates y con la otra...no se, me sentaba. De repente, aparece al lado de la Torre Angela, sombreandole su tosco cuello aterrorizado, un dinosaurio gigante, quizas Godzilla, el cual, despues de hacer un cirquito de gruñidos y berrinches, en las fuentes de la plaza Italia, se refresca las patas.
Yo, viendo esto, le fulmino relampagazos y le lanzo grandes cantos rodados choreados a la cañada. Me trepo al edificio de Tania y lo escupo, ante su completa indiferencia, tan preocupado como estaba en sacudirse sus tabanos, grandes, como es logico para incomodar a alguien de su tamaño, como esbeltos fiat 600. Y yo, viendo que estaba lejos, y que no llegaba ni a escupirlo, ni a incomodarlo con mis piedras ni mis rayos, salto y me rompo contra el piso como un jarron o un cuadro: no debo olvidar que en un mundo como este no se puede volar.

Gestos...

Una hoja de papel que juega con el viento, sonrisa del volar y de las horas; una hoja que sube las paredes, que se dobla y crepita por los secos senderos a casa verde.¿Viste? Yo me siento a observarla, a la hojita de papel, cuando surcando como centella se larga decidida a las escaleras, se queda dudando en las veredas, flota temblorosa, y vuela al remolino de la tierra y de las hojas. Y cae al suelo, y se da a enredarse en el hocico y en las patas de los perros. Cuando algun estudiante va caido y cabisbajo por la tierra o por el pasto, o por esa mezcla que hacen entre harinas y vinagre, la tierra y el pasto en la zona que domina la sombra oscura de la mancha disimulada de algun charco; ahi, le da la mano, ronda su rostro, y en espiral movimiento de resorte, le da a las piernas mil vueltas y piruetas...y sigue su paso.
Y mientras aca la veo quisiera tomarla en su andar de equilbrista, desde aca, sentado, en su andar de nada y en movimiento. No se si se entiende: yo quisiera su significado vago, vago asi, sin pensamientos, tomadolo con alfileres. Porque se que me esta hablando y sugiriendo algo. Y yo quisiera poseer ese horno de intuiciones, de figuras, que ella pare, ese crisol de sueños inestables que se caen si me despierto, si me fijo en los arboles, en la tierra o en los perros. Y fijar todo momento fugaz y mancharlo, borronearlo sobre el tiempo, como lo hace esa tu blanca sonrisa que se abre, como esa mirada de madera y esos rojos labios que se muecan como un rayon, o como esta liviana hoja de papel, arando el viento

viernes, octubre 14, 2005

Normalidad

Hoy volvimos a la normalidad, ¿Que bueno, no? a la normalidad... Ayer tenia miedo a que todo se fuera a la mierda, y hoy solo vi la naturalidad de tu "no pasa nada" y de mi "¿Esta todo bien no?". Todo tan natural...
Hoy baje las escaleras, sabes? las escaleras de la terminal. Vos sabes lo sucia que es esa zona, sabes que es por eso que te acompaño, para cuidarte, eso te digo... Ahora que lo veo desde lejos en el tiempo (es que las horas en las que estoy asi son largas como kilometros), solo recuerdo la terminal como a una gran mancha de aceite, como altas chimeneas de una negra lata llena de hollin, como arboles torturados en el espasmo de la tos; la calle es un papel que juguetea, torciendose, con mi cuello, las veredas rotas pavimentadas de enormes propagandas, de bares viejos, de gente que va y que no queda. Hoy baje las escaleras, las escaleras que subi antes con vos.
Y no estuve tranquilo; baje las escaleras despues de que todo volvio a la normalidad, y no estoy tranquilo, a decir verdad estoy menos tranquilo que ayer.
Hay en mi pecho una mariposa, toda alada de gillettes que mientras me vuela me corta, sin dolor de cortada, como besandome con beso de fuego.
Y no estoy tranquilo: solucione todo y no estoy tranquilo. Volvi con ella silueteandonos en la oscuridad, cerrando la boca y callandola a mi lengua de gruesas palabras anudadas, palabras que me entran por las patas, atadas a mis dedos, desde lejos en el tiempo, desde lejos en la ruta, desde la sonrisa que te pende como gancho o anzuelo de la boca, desde algun que otro recuerdo curvo de tu andar, desde la arista de tus ojos, desde un que se yo que es un nudo que me hiciste atado al talle de un posible "pudiera ser".
Yo no se, la terminal me pone triste, y la promesa de tu "mañana a las 5" deberia mostrame una andar, un progreso, un latido. Yo no se...¿Sabes lo que pasa? La normalidad me asusta y me seduce. No se porque la normalidad tiene algo de bestia acuatica, al menos para mi. Sí, algo de anaconda, o de la muerte que te da la anaconda: muerte por asfixia, muerte acuatica. Tiene algo de Brazil o de Cordoba eso de la normalidad, algo de un tiro perdido en una noche de verano, mientras todos estan en el baile, o en cueros en una tarde de viento veraniego, sangrando de una herida al pecho sin nadie que te escuche...o que te tome en serio, ¿Me entendes?.
Mientras iba en el colectivo pensaba "¿por que se repiten las calles y los efectos de las luces, naranjas como la mediocridad, en los infinitos asientos que se prolongan desde mi lugar al fondo hasta esa parejita de enamorados feos, que se besan asquerosamente?", "¿Por que esta repeticion ritmica que me enseña a saber qué esperar de cada momento, como un dia se espera despues de una noche y un paso despues de otro?". Porque volver a la normalidad no es bueno, mucho menos si la norma no es buena, eso quiero decir. Y cuando la norma es buena tampoco la normalidad es buena. Ahora mismo me acuerdo de vos y pienso en morir de muerte fabulosa, solo por el renombre. Algo quiero esperar mas alla de esto, mas alla del andar cansado a los siempre mismos lugares, mas alla de mi vida de rueda que rueda y rueda. Y algo mas espero con vos, algo destructivo, dulce, inocente y cruel
Te espero como se espera el fin. Quiero verte hecha burbujas de detergente como las que cuando era chico rompia en mi nariz en un estallido de luces y agua. Como cuando era chico...ingenuidad. Quiero que estes, ingenua como una abeja en las flores; que estes, como siempre estas, en la cuerda floja, ¡Vamos! si vos no sos normal, ¿Como puedo amar la normalidad si sos mi vertigo, si por eso tambien te temo?