Diario intimo de un chico salame

este sin sentido blog es para mi vida un espejo, el espejo que se dobla por una "ella" que va sin saberse mi sueño, y se que este blog es una cursileria de las peores, de esas que se toman para las jodas de amigas y chicas feas, para novios inseguros y para quien no tiene nada mas que nada. Yo, en definitiva lo escribo para ella, y para mi, y para el alma caritativa que me rompa como cristal y me haga ver que asi no puedo ser =P

Nombre: Juan Pablo Alvarez
Ubicación: Córdoba, Córdoba, Argentina

miércoles, abril 26, 2006

Cuento mio recuperado de otro blog III

Bue...en su momento este "cuento" tuvo una razon de ser, que ahora ya no recuerdo. Lo corregiria en un millon de cosas, pero como me da pudor (y vagancia). lo dejo asi. Ahora que veo solia escribir cosas en las que al parecer queria dar un "mensaje"...Por Dió... Ya nunca mas haria eso, pero bue, aca esta esto

Esos arboles grandes, esos arboles viejos, puede que hayan vivido mil años aca. En un monte pedregoso, prendido al suelo, avido de aguas, se mantienen mas inalterables que el suelo, mas inalterables que la piedras. Nacieron de un verde tallo nuevo, del primer brote de una semilla germinal; fueron un milagro, nacieron del milagro. Se alzaron timidamente del suelo aspero, hacia el sol dorado, como en gesto de suplica dolorosa, como en osada suplica, y debiles fueron creciendo. Entre las verdes hojas de plantas menores, de tupidos arbustos, acechantes se fueron alzando, y entre las oscuras sombras de sus predecesores, de sus altos antepasados, fueron buscando luz. Y fueron creciendo, y se cubrieron de ropas y vistieron sus copas, y fueron cada vez mas fuertes e imponentes; y la verde energia del verde tallo se les fue ahogando, y bebieron de la sangre del verde germen una vez y otra para vestirse, o se fueron ahogando por sus vestidos duros y toscos, y grises como cenizas, y fuertes como el tiempo que, al parecer, tambien los vestia. Se alzaron y se alzan en el monte como versos oscuros, con formas tortuosas. Ni las hojas les quedan, todo los pasa, los deja, los va dejando. Se les suceden inviernos, se les suceden los pajaros, los trinos; nada queda en su paisaje que aun sea, que sea lo de ayer, ni el monte, ni mas arboles, ni el mismo cielo: todo esto se va muriendo en muertos anillos, cercando sus centros.
Nada es invariante, nada es lo mismo...todo va cambiando.
Cuando el hombre hacha alguno de estos gigantes, se ve el testimonio de cientos de años significados en los anillos que uno a uno circundan su centro; algunos son mas anchos y oscuros (como los años que vivieron) y otros, casi imperceptibles, insignificantes. Ningun año se ve sino solo en los arboles caidos; ninguno se ve en la corteza, en su ultimo vestido. Y me da que pensar como la carne misma de estos arboles, la que muere en los anillos, no fue nunca mas que vestidos y no el arbol, y me he puesto a pensar como el arbol fue agregando cosas que a la larga no siempre lo acompañaron, haciendo suponer a quien lo ve que tales arboles son arboles en su madera, en su imponencia, cuando en la madera solo "fue siendo" segun el tiempo... Mientras, en el centro, muy en el centro del arbol orgulloso, ahogado siempre y nutriendolo, mas fuerte que nada, mas persistente, aun late (y latira) el debil y verde germen que como desde su primera luz y hasta su caida, solo lleva el intento primigenio de alzarse al sol, tomando entre sus debiles, muy debiles manos, un rayo de luz

viernes, abril 14, 2006

"Cuento" (mio) recuperado de otro blog II

No hay forma de escribir cosas nuevas, por lo cual reescribo lo ya publicado en otros lugares, varias veces. Muchos ya leyeron esto, asi que ni gracia, pero ahi va =S

Angustia

Ir cruzando la calle esperando que el semaforo no se ponga en rojo, acomodar la cabeza para que no te de el reflejo de un farol, querer pasar entre dos postes y no saber uno si puede hacerlo, ver un vaso al borde de la mesa, ver una llama queriendo consumirse, el agua goteando de la canilla, un ruido interminable a la noche...

No querer pisar la lineas que hay entre las baldosas, en las veredas. No poder llegar a rozar, con los brazos colgando, las parecitas de los jardines de mi barrio. No poder llegar a los frutos de los arboles, ver a alguien mas alto que vos...

Patear al arco y que la pelota no entre. Correr fuerte y llegar tarde. Cruzar a alguien en la calle a quien no queres ver, ver los ojos de la decandencia en una vieja que espera en esa plaza, en los edificios derruidos.

Ser primero, ser segundo, ser el ultimo

Las palabras falsas, los ojos llorosos, los pies descalzos, la pena de otros, los que cambian, los que no cambian, la que no podes hablar, la que camina sola, la que elijo, la que no, la que quiero, la que no.

Que se te cierren las puertas, cuando vas a entrar, que se golpeen las ventanas. Que no te esperen con el ascensor abierto para subir o bajar. Que siempre falten escalones en las interminables escaleras, que el horizonte se prolongue alla a lo lejos, que el infinito espacio por abarcar sea inabarcable, y que nunca se pueda estar alla al mismo tiempo que aca.

"Yo voy a cruzar los dedos de las manos y los pies, porque no pase lo que tiene que pasar, y le voy a rezar a un Dios en el que no creo para que cure lo incurable, y mañana le sonreire a todas las chicas que se me cruzen, y me peinare de la cabeza a los pies, porque alguien se enamore de mi sin conocerme. Yo solo busco un milagro"

No sentir calor, no sentir frio, no sentir nada. No querer la soledad, no querer la compañia, no poder tener ni una ni otra. No buscar mas que el silencio, no buscar mas que la musica, no poder mas que hacer que se abismen uno y otra en el vacio hambriento del alma.

Y que lo que te hace feliz o infeliz sea esta angustia, este dolor constante por elegir,por no hacerlo, por no poder hacerlo y por no querer hacerlo. Y seguir un camino que se hace nuestro, que se hace unico en nosotros, para mal y para bien. Y que todo sea una oscura analogia del todo, y que todo lo pequeño vaya creando y matando al unisono, creciendo. Esta es la dolorosa agonia del hombre, la agonia que lo hace infeliz y majestuoso, que lo hace digno, grande y miserable. Por esa angustia vale vivir, porque se puede ser feliz, o no, o si, o a veces, o nunca, o siempre...

Que todo sea nada mas que un pequeño rayo al final de la cueva, al que nunca se llega, y que toda nuestra grandeza sea poseer la vision de ese rayo, hacerlo nuestro.